
Crianza: el cerebro de los padres primerizos se encoge, confirma estudio
Un estudio comprobó que el cerebro de los padres primerizos se encoge, los expertos señalan que aunque parece algo negativo, no es así porque ayuda a la crianza

Crianza: el cerebro de los padres primerizos se encoge, confirma estudio | PEXELS
Crianza: El cerebro de los padres primerizos se encoge, confirma estudio. Por lo general siempre se abordan los cambios físicos y mentales que experimentan las mujeres durante y después del embarazo, pero en el caso de los hombres parece que quedan en segundo plano.
Para terminar con esta situación, especialistas pusieron en marcha un estudio que se enfoca en los padres primerizos para saber qué pasa en su cerebro con la llegada de un bebé y su crianza. En esta investigación se obtuvo que los hombres también presentan cambios neurológicos.
Esto mediante, una pérdida de un porcentaje o dos de volumen cortical tras el nacimiento del hijo, es decir, que el cerebro de los padres primerizos se contrae después de nacer su bebé. Pese a que suena como algo negativo, el estudio publicado en “Cerebral Cortex” detalla que no es así.
La razón es que se trata de un refinamiento que potencia la conexión con el bebé. Así que en definitiva, no pierden capacidades, sino que se enfocan mejor las que son realmente necesarias para cuidar de su descendencia. Para los especialistas este resultado es lógico, debido a que la zona del cerebro donde ocurre este cambio neurológico se asocia a la aceptación y la calidez de los padres hacia sus hijos.
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40 padres primerizos
Para realizar este estudio se necesitó de la participación de 40 padres primerizos heterosexuales que vivían en España y Estados Unidos. El objetivo de la investigación era medir la reducción del volumen cortical en hombres que por primera vez tendrían hijos, por lo que fueron analizados mediante una resonancia magnética.
El primer grupo, confirmado por los padres de España, se sometió a escáneres cerebrales antes de que sus parejas quedaran embarazadas, y luego meses después del nacimiento del bebé.

Por su parte, los futuros padres de Estados Unidos participaron durante las fases media y tardía del embarazo de sus parejas. Después lo hicieron de nuevo entre siete y ocho meses después del parto. También se incluyó un grupo de control de 17 hombres sin hijos con sede en España.
Comparan cifras
Los laboratorios participantes en el estudio compararon el volumen, el grosor y las propiedades estructurales del cerebro masculino en los tres grupos. A diferencia de las madres primerizas, los papás no mostraron cambios en su red subcortical límbica. En este sentido, los científicos dijeron que esto tiene sentido, ya que esta parte del cerebro se asocia a las hormonas del embarazo.

Sin embargo, aunque los padres no lleven a sus hijos mientras crecen y se desarrollan, no significa que sus cerebros no se vean afectados por la paternidad. De hecho, hay evidencia científica de que los hombres pueden padecer depresión posparto, aunque rara vez se reconozca como un problema.
La explicación a ello es que la plasticidad del cerebro de los nuevos padres es menos pronunciada que la de las mamás primerizas. Por lo que este estudio revela que los padres primerizos, tanto en España como en Estados Unidos, no mostraron cambios en el subcórtex, asociado a la recompensa y la motivación. Sin embargo, los hallazgos mostraron signos de plasticidad cerebral en su materia gris cortical, que tiene que ver con la comprensión social.
Los científicos concluyeron que “estos hallazgos pueden sugerir un papel único del sistema visual para ayudar a los padres a reconocer a sus bebés y responder en consecuencia, una hipótesis que debe ser confirmada por futuros estudios”.
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